Encuestas, ¿Realidad o ficción? – La campaña en Guatemala y un par de ejemplos (Parte 1)
Las encuestas son instrumentos de medición cruciales durante las elecciones presidenciales en todo el mundo. Al proporcionar una instantánea de las preferencias electorales, las encuestas pueden ser herramientas valiosas para los candidatos, los partidos políticos y los votantes. Sin embargo, como cualquier herramienta de medición, las encuestas tienen fallas que pueden poner en duda su precisión y utilidad. En el caso de Guatemala, ante un proceso electoral, las encuestas más allá de medir una instantanea de la intención del voto, se han convertido en formadores de opinión y como tál en instrucmentos de campaña electoral.
¿Son representativas las encuestas?
Una de las principales fallas en el análisis de las encuestas electorales es la falta de representatividad en la muestra, lo que puede conducir a resultados sesgados y poco precisos. En su libro «Encuestas: Historia, teoría y práctica», Mario Callegaro afirma que «la muestra debe ser lo suficientemente grande para ser representativa de la población objetivo. Si la muestra no es representativa, los resultados no serán confiables».
Un ejemplo de muestra no representativa es la que hacen en redes sociales los miembros de los partidos políticos. ¿Todos los que contestan la encuesta están empadronados? ¿Será representativa la muestra de personas relativamente jóvenes con acceso al menos a un smartphone? o más importante aún, si tengo fans en mis redes sociales que comulgan con mis principios, opiniones, valores e ideología, ¿qué tan imparcial será el resultado, si obviamente mi voto cautivo es el que la está contestando en un espacio en el que rara vez se admiten detractores?
¿Se están haciendo correctamente?
Otra falla común en el análisis de las encuestas electorales es la falta de transparencia en la metodología utilizada para llevar a cabo la encuesta. Según el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Emory, Alan Abramowitz, «los encuestadores deben ser transparentes sobre su método de muestreo, la forma en que realizan las entrevistas y cómo ajustan los resultados para corregir cualquier sesgo en la muestra». La falta de transparencia puede poner en duda la credibilidad de los resultados de la encuesta y la precisión de las proyecciones electorales que se derivan de ella.
Un ejemplo de esto es una encuesta publicada en uno de los mas importantes medios impresos de Guatemala, en la que los resultados dejan dudas por los actores principales, pero en su ficha técnica, establece claramente que fue realizada casí de forma pareja entre voto metropolitano, voto rural y voto rural-metropolitano, lo que no refleja la hogenidad representada en el padrón electoral, por lo tanto sus resultados distan de la confiabilidad que se requiere.
Una forma de medición, pero no la única fuente de información
Aunque las encuestas pueden ser herramientas útiles para medir la intención de voto y las preferencias electorales en las elecciones presidenciales, los analistas deben ser conscientes de sus limitaciones. Como señala el experto en encuestas, Nate Cohn, «las encuestas son una forma de medición, pero no son la única fuente de información». Los analistas y los votantes deben considerar la encuesta como una herramienta más en el análisis de las elecciones presidenciales, y no deben confiar en ellas de forma exclusiva. En nuestro mercado local, vemos que casi todas las encuestas que han salido publicadas son de comportamiento similar, con la excelpción de la antes mencionada -otro punto más que me hace dudar de su exactitud-.
En resumen, las encuestas son una herramienta valiosa para medir las preferencias electorales en las elecciones presidenciales, pero deben ser analizadas con precaución. La falta de representatividad en la muestra y la falta de transparencia en la metodología son algunas de las principales fallas en el análisis de las encuestas electorales. Los analistas y los votantes deben considerar las encuestas como una herramienta más en el análisis de las elecciones presidenciales, pero no deben confiar en ellas de forma exclusiva.
Las fuentes consultadas para la redacción de este artículo son las siguientes:
- – Callegaro, M. (2013). Encuestas: Historia, teoría y práctica. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.
- – Abramowitz, A. (2019, 14 de marzo). Presidential polls are everywhere. But how should we read them? The New York Times. Recuperado de https://www.nytimes.com/2019/03/14/upshot/presidential-polls-2020-analysis.html
- – Cohn, N. (2018, 25 de julio). Why polls don’t capture the intensity of the Trump electorate. The New York Times. Recuperado de https://www.nytimes.com/2018/07/25/upshot/trump-polls-voters-intensity.html
- Prensa Libre. Encuesta elecciones Guatemala 2023: Carlos Pineda y Sandra Torres lideran intención de voto entre candidatos presidenciales